viernes, 6 de mayo de 2011

Alfonsina Strada

Aprovechando que mañana comienza el Giro de Italia, en cuya disputa celebran el 150 aniversario del inicio de la unificación italiana, voy a hablar por primera vez en este blog sobre ciclismo. Pero no voy a hacer ningún repaso de los corredores, ni del recorrido ni de los equipos. Yo voy a viajar muy atrás en el tiempo, concretamente hasta los años 20 del siglo pasado. Y no voy a hablar de ningún superclase de la época, si no que voy a hablar de Alfonsina Strada.
Alfonsina nació en 1891, con el nombre de Alfinsina Morini de Castelfranco Emilia, apellidos que cambió por Strada cuando se casó. Nació hija de una familia campesina, a lo que ella también se dedicó con el paso del tiempo. Ella, en sus primeros años compaginaba su tiempo ayudando a su madre, embarazada, y cuidando de sus hermanos pequeños, cuando, contando con unos 10 años de edad, su padre volvió a casa con una extraordinaria máquina que la cautivó. ¡¡¡Una bicicleta!!!
Nació en una época complicada para el deporte femenino, por lo que debía mentir a su madre, diciendola que iba a la iglesia cuando realmente iba al pueblo vecino, a disputar las carreras que se celebrasen. Los hombres en todo momento la trataron con dureza, y no se habituaban a ver a una mujer enseñando algo más que un tobillo, mucho menos aún intentando competir contra uno de ellos. Su familia, por supuesto, jamás aceptó esa afición de su hija, aún a pesar que ganase premios, o que, como en 1911 estableciera el record de la hora femenino.
En 1915 se casó, y su marido, lejos de prohibirle esa extraña afición suya, la animó e incluso la entrenó personalmente.
Con la guerra todavía sin concluir, en 1917, participó en el Giro de Lombardía. La prueba se encontraba exenta de numerosos ciclistas masculinos, puesto que estaban combatiendo, y como las normas no prohibían la participación de una mujer, pues pudo tomar la salida de dicha prueba. Finalizó la prueba en la posición 32, a más de una hora y media del campeón belga Thijs (primer ganador de 3 Tours de Francia).
Años después, en 1924, se apuntó al Giro de Italia, pero bajo el nombre de Alfonsin Strada, suprimiendo la última letra de su nombre. Nadie se dio cuenta y fue aceptada en la ronda italiana. Corrió las primeras estapas, con un relativo éxito, puesto que no estaba cerca de ganar, pero tampoco era la última en cruzar la meta, hasta que llegó la etapa de L´Aquila - Perugia (296 km.). En esa etapa tuvo algún incidente, incluyendo alguna caída, y al llegar a meta, la organización de carrera la comunicó que había llegado fuera de control a meta, por lo que quedaba descalificada de la carrera. Hay que decir que la organización no estaba nada contenta con que los hubiera engañado y estuviera participando una mujer en la carrera, pero no hay tiempo oficial (o no lo he encontrado) para determinar si llegó o no fuera de control.
Pero Alfonsina, en lugar de marcharse para casa al día siguiente, fuera de carrera, tomo la salida junto a los demás participantes. Para ello contó con el apoyo de Emilio Colombo, que pagaba de su bolsillo los hoteles de ella, por su posible filón comercial. Marchaba con mucho retraso con respecto a los demás competidores, pero la afición la apoyaba de una forma increible, por lo que no solo terminó esa etapa, sino que llegó hasta el final de la carrera, en Milán, entre los vítores de la gente, que la aclamaron a su llegada. Terminó, extraoficialmente claro, a 28 horas del ganador de la prueba, y, en un hito, por delante de 2 participantes.
En años posteriores intentó volver participar en el Giro, pero su participación fue vetada, aún a pesar del reclamo publicitario que suponía. Unos años después terminó colgando definitivamente la bicicleta de forma profesional, aunque en todo momento la siguió usando como medio de transporte.
Enviudó en 2 ocasiones antes de morir, en 1950 y 1957. Su propia muerte se produjó en 1959, cuando tratando de arrancar su moto, esta se le cayó encima. Inmediatamente fue ayudada por los vecinos que se encontraban en las proximidades, pero aún a pesar de trasladarla al hospital rápidamente, ya no había nada que hacer por su vida. Su corazón se paró antes de ingresar en el mismo, cuando contaba ella con 68 años de edad.
Como legado suyo, nos ha quedado que hasta el día de hoy, ha sido la única mujer que ha podido participar en el Giro de Italia (a día de hoy hay también prueba femenina), además de dos participaciones en el Giro de Lombardía consecutivas, en 1917 y 1918 (posición 32 y 21 respectivamente).


Saludos de David!!

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